"Hagamos de Artigas y sus ideas un instrumento para transformar la realidad"

Intervención en representación de la Unidad Popular de la profesora de Historia Romy Silva, integrante del Equipo Parlamentario de la UP, en el Seminario 200 Años del Reglamento de Tierras, realizado por el Parlamento en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo el 10 de setiembre de 2015.

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“El proyecto artiguista en 1815, se enmarca en un contexto clave para la Revolución ya que en ese año se había comenzado a concertar la Alianza Federal entre las provincias de la Banda Oriental, Entre Rio, Corrientes, Santa Fe, Misiones, Córdoba. Un proyecto que nucleaba a todas las Provincias con el gran objetivo de preservar la igualdad de los pueblos.

Para ello se dicta también, hace 200 años -un 9 de septiembre de 1815- un Reglamento que establecía pautas generales sobre el intercambio comercial y las aduanas. Y quiero destacar concretamente que para Artigas el intercambio entre las Provincias Federadas iba a estar libre de impuestos, pero tenía especial cuidado con respecto a lo que era el intercambio con los países extranjeros. Hablamos de Europa como principal industrializado en 1815.

Por eso es que cuando se refiere a ‘derechos de introducción’ y de un 25% general aplicado a esos productos que ingresaban, se establece el ascenso al 40% cuando se trataba de la introducción de ‘ropa hecha y calzado’.

¿Por qué destaco esto?

Porque era fundamental para proteger la producción de las Provincias.

Esta idea debemos traerla a la actualidad.

Hoy sufrimos las consecuencias de lo que es el deterioro, la pérdida de la producción nacional y nos vestimos, nos calzamos, con productos que no se hacen en nuestro país y que no generan mano de obra nacional.

Por lo tanto, quiero destacar también dentro de lo que es el pensamiento artiguista, este pensamiento concreto con respecto a lo que es el cuidado especial de la producción local.

Haciendo referencia a la Banda Oriental -en su momento ya Provincia Oriental-, y con respecto al tema agrario, establece un ordenamiento fundamental que nos sirve para organizarnos en nuestros días.

Artigas debió enfrentar el problema de la tierra, debió enfrentar el acaparamiento de tierras; pero no dudó en quitar la tierra ‘a los malos europeos y peores americanos’ y dispuso inmediatamente, la entrega a los sectores sociales marginados por la sociedad colonial. ‘Entrega de tierras al indio, al negro, al gaucho, a esos criollos pobres’ y particularmente dio especial cuidado de atender ‘a las viudas con hijos’.

Recalco esto porque hoy hablaba una productora rural y en el pensamiento artiguista la mujer estuvo muy en cuenta.

Se dispone además que se le va a entregar ‘una suerte de estancia’ -que tenía importantes dimensiones-; se dispone también que la tierra no se puede vender. Y este concepto de la tierra lo tenemos que retomar en la actualidad, la tierra es un recurso esencial para el bienestar de las familias, genera el establecimiento en el campo, genera alimentos, genera por lo tanto la felicidad de los pueblos.

Por consiguiente, la tierra no puede ser vista como un recurso que se vende y que lo compra aquel que tiene más dinero en su bolsillo.

Esta idea de la tierra como un recurso clave, esencial, debe ser por lo tanto traída a la actualidad.

Esos grupos sociales que van a ser después despojados de todo derecho por el orden que se establezca cuando se conforme el Estado Oriental Independiente, son tenidos especialmente en este proyecto, un proyecto artiguista que se basa en la justicia, en la igualdad, y en la solidaridad de los pueblos.

Vaya si estas ideas son esenciales para afrontar el problema que hoy acá se mencionaba en esta mesa. Hablaban del acaparamiento y la extranjerización. Hay varios datos para mencionar tomados de estadísticas oficiales.

Para ser concreta: entre el año 2010 y el 2013, se comercializó más del 46.3% del territorio nacional. Hoy, en los datos que mostraban, mencionaban que aproximadamente el 50% de la tierra está en manos de sociedades anónimas, que en su mayoría son extranjeras.

Por lo tanto, hoy tenemos presente este problema.

Hoy el campo es visto como un espacio que se reserva exclusivamente para el agronegocio, allí se instala el capital trasnacional que viene a invertir en características de zonas francas, en características de empresas productoras de pasta de celulosa; se instalan en el campo también grandes empresas que traen tecnología, que traen además agroquímicos, que complementan además un monopolio con el control de patentes, acaparan la tierra y producen en función de lo que el mercado mundial necesita.

Por eso el campo en nuestro país actualmente tiene como principales rubros de producción la soja, el eucaliptus, el pino.

Concretamente no estamos hablando de alimentos.

¿Qué soberanía alimentaria vamos a conseguir en este modelo económico? Imposible.

Destaco esto porque aquí se necesita voluntad política, está la voluntad social, pero se necesita voluntad política para revertir esta situación.

Por consiguiente destaco que en el día de ayer, Unidad Popular presentó un proyecto contra la extranjerización de la tierra.

No voy a detallar acá el proyecto por una cuestión de tiempo, pero concretamente en líneas generales, prohíbe el establecimiento ya sea de empresas que corresponden a Estados extranjeros o a empresas que corresponden a particulares extranjeros. Se tiene además en este proyecto de ley, especial atención a todo lo que es el establecimiento de personas físicas extranjeras.

Este proyecto está abierto a la propuesta de las distintas organizaciones sociales y está abierto también a la propuesta de los distintos partidos políticos.

Ojalá exista el compromiso de todos los partidos políticos para decir: ‘bueno, ante esta realidad que se está mencionando en este espacio, en el marco de los 200 años, vamos a tener voluntad para frenar y revertir el problema que establece la extranjerización de la tierra para nuestro país’.

Porque estamos hablando de la expulsión de los pequeños y medianos propietarios que son los que producen alimentos.

Por lo tanto, debemos pensar con una actitud crítica.

Y en el marco de estos 200 años no nos podemos quedar solamente con frases hermosas y discursos bellísimos. Debemos en la práctica concretar medidas para revertir este modelo económico que en los últimos 10 años se ha profundizado.

Desde Unidad Popular se piensa muchísimo en el tema de la tierra.

Tenemos muchísimos compañeros que son pequeños productores rurales, que sufren las consecuencias del régimen actual.

Pensamos además ir más lejos. Debemos tener en nuestra cabeza la idea de una reforma agraria y comenzar a pensar cómo es que se va a concretar la misma.

Por lo tanto retomamos en la actualidad el concepto artiguista de la tierra: un recurso clave para el establecimiento de las familias, reparto de tierras teniendo especial atención para los pequeños y medianos productores que van a requerir también del apoyo del Estado, con créditos que le permitan sacar adelante su producción.

Hablamos de frenar la extranjerización de la tierra y el reparto de tierras tiene que estar en nuestras raíces.

No se puede concebir en el siglo XXI, privilegios para unos pocos y miseria para la mayoría.

Por último, quiero destacar una característica del ideario artiguista y es la lucha por el respeto de la soberanía particular de los pueblos.

Esto es fundamental.

Y desde nuestro partido político hemos tenido siempre en cuenta estas ideas.

Por eso manifestamos nuestra solidaridad, apoyo y saludo a todos aquellos pueblos que hoy están luchando contra la invasión y el despojo que las principales potencias imperialistas les imponen.

Por eso vaya nuestro saludo especial para el pueblo haitiano, para el pueblo palestino, para el pueblo sirio, para el pueblo libio, para los cubanos, para los venezolanos, para el pueblo boliviano.

Vaya el saludo para todos ellos.

Y nuevamente reitero: No nos quedemos solamente con las frases de Artigas, hagamos de Artigas y de sus ideas, un instrumento clave para transformar la realidad nefasta que hoy nos atosiga.