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Gustavo López: defender un modo de construír la izquierda


Intervención de Gustavo López al aceptar la candidatura a la Vicepresidencia de la República en el 8vo. Encuentro Nacional de Militantes de Unidad Popular, realizado el sábado 28 de abril de 2018 en Montevideo.(audio y texto)

Salud compañeros y compañeras:

Cinco años después con renovado compromiso e indisimulable emoción, venimos a asumir la responsabilidad que se nos confiere, reconociendo en primer lugar el esfuerzo unitario de todas las organizaciones que compone la unidad popular. Saludando y en cierto sentido, reverenciando la actitud de nuestra militancia de todo el país.

Nada en la vida de la Unidad Popular en estos trece años puede explicarse sin el esfuerzo consciente, cotidiano y organizado de la militancia en todo el país.

Esto merece ser destacado, en tiempos donde la política se vulgariza, se trivializa, en tiempos donde nos proponen el refugio individual del “hace la tuya”, el individualismo exacerbado. La apuesta en el colectivo, la conciencia de que juntos somos más, la apuesta decidida a concebir la militancia como un momento en que además de defendernos de las injusticas del sistema, también prefiguramos en ella los valores de la sociedad que queremos construir. Entonces defender la militancia, es defender un modo de construir la izquierda, contra otra izquierda que elige hacer sus anuncios en la embajada de los gringos y en el ADM, nosotros nos construimos en las plazas en las huelgas, en los conflictos obreros en las asambleas abiertas.

No somos nosotros los mismos que hace cinco años, no es el mismo el país, no es el mismo el mundo. Heráclito, el padre de la dialéctica decía “Nadie se baña dos veces en el mismo rio”, las cosas cambian.

El mundo de hoy es infinitamente más injusto, más cruel, más desigual del que teníamos en el pasado.

Uno de cada nueve habitantes en este planeta tiene alguna necesidad básica insatisfecha, treinta y dos millones de niños en África van hoy a la escuela sin poder comer.

En este continente, el más desigual del mundo, nos sigue doliendo Haití, ese Haití que nuestro diputado visito dos veces. Y yo creo que cualquiera que haya ido una vez a Haití y camine por las calles de Puerto Príncipe con un grado de sensibilidad social se vuelve con dos conclusiones la primera la necesidad de defender solidariamente a ese pueblo de la criminal, inmunda y aborrecible intervención militar de las tropas de la ONU. Y la segunda conclusión que seguramente alguien que transite las calles de Haití con sensibilidad social y sienta el horror de la pobreza, los rostros de la pobreza, los niños famélicos de hambre, la segunda conclusión que trae, casi que por deducción lógica, es que hay que repudiar desde las tripas el sistema capitalista que domina este planeta fundado en la apropiación privada del trabajo social.

En el mundo de hoy compañeros si estamos haciendo alguna referencia a la situación internacional porque el internacionalismo debe ser también una señal de identidad de esta fuerza política y así lo ha sido desde su propia génesis.

En el mundo de hoy una vez más el peligro de la guerra se cierne sobre la humanidad y es preciso que en este acto que también es una trinchera de lucha expresemos con la voz más alta y firme nuestro deseo de paz para Palestina nuestra solidaridad con ese pueblo que lucha incansablemente. Nuestro repudio a la intervención militar en Siria. Nuestra solidaridad con cada pueblo del mundo que resiste la ofensiva imperialista. Una vez más queda demostrado que en su afán de recolonización del planeta, que en su búsqueda de apropiarse de los recursos naturales, el imperialismo guerrerista sanguinario es capaz de poner en riesgo incluso la propia sobrevivencia de la especie humana sobre este planeta. Y en tal sentido, una vez más queda claro que el imperialismo sigue siendo el enemigo principal de la humanidad y qué en su derrota se juega buena parte del futuro de este continente y del mundo.

No hubo una sola causa popular sin nuestro apoyo desde el Parlamento

Nuestra Unidad Popular tampoco es la misma qué hace cinco años.

Hace cinco años, casi que resistíamos con la espalda contra la pared levantando banderas. Hoy avanzamos a pasos agigantados en todo el país gravitando, definiendo agenda, colocando temas en discusión.

Hace cinco años todavía en el imaginario social en la conciencia de cientos de trabajadores, el actual gobierno aparecida todavía con visos de fuerza de cambios, de fuerza de pretensión de izquierda.

Hoy queda inobjetablemente claro del punto de vista objetivo qué intereses defiende este gobierno.

Hace cinco años atrás los trabajadores de la educación que luchan por presupuesto no podían imaginarse que el gobierno iba a responder a una huelga con esencialidad, palo y criminalización. Hoy eso está objetivamente comprobado con la realidad.

Hace cinco años atrás, si uno en una esquina de cualquier barrio de Montevideo decía a voz en cuello Astori es un agente del imperialismo, es probable que algún militante de la fuerza de gobierno le respondiera; hoy si uno dice a voz de cuello en estricto rigor Astori es un agente del imperialismo, seguramente algún militante del gobierno agaché la cabeza y cruce la vereda. Porque estamos diciendo una verdad irrefutable

Hace cinco años queríamos llegar al parlamento y nos decían “y para qué quieren llegar al parlamento si en el mejor de los casos van a tener un diputado”, otros nos decían corriéndonos por la izquierda “el Parlamento no sirve para nada”; y nosotros decimos “concebimos al Parlamento como una trinchera de lucha” y decíamos por entonces “no queremos ser el adorno de izquierda del Parlamento sino un lugar donde amplificar las voces del campo popular”.

¿Y qué pasó en el Parlamento desde la primera gestión, desde el día que había que asumir?

Se colocó en debate ahí la solidaridad internacional, el retiro de las tropas de Haití, aumento general de salarios y jubilaciones, el Plan Nacional de Vivienda, la defensa de la salud pública.

No hubo un Hospital de Clínicas, no hubo una sola causa popular que no encontrará reflejo, oído, codificación parlamentaria y sobre todo solidaridad y comprensión desde el Parlamento.

Hace cinco años también nos decían “ustedes van a vivir poco, fuera del Frente Amplio acá no crece ni el pasto” esa fue la expresión que me dijo a mí un conocido dirigente del Frente Amplio cuando se enteró que estábamos dispuestos a construir una alternativa de izquierda fuera del FA. Si me lo encuentro hoy, con mucha serenidad pero también con una alegría inconmensurable lo invitaría a presenciar como mucho más que pasto, hicimos crecer juntos convencidos luchando y trabajando por esta herramienta.

Y nos decían otras cosas, y yo con esto quiero meterme en el meollo de esta intervención que tiene que ver con la propuesta con la perspectiva de trabajo. Nos decían, “ustedes son nostálgicos del pasado, sesentistas, utópicos históricos, obsoletos”, “las propuestas que hacen ustedes son las propuestas del pasado, el mundo cambio, estamos en otros tiempos” pretendiendo decir, que lo de ellos era lo moderno, lo aggiornado, lo avanzado y nosotros éramos producto del pasado. Y vean ustedes qué curioso, que moderno sea extranjerizar tierra, qué moderno sea utilizar el salario como variable de ajuste, qué moderno sea reprimir trabajadores y que lo antiguo sea proponer un mundo de los trabajadores sin explotados ni explotadores, que la tierra sea para el que la trabaja. ¡Eso es lo nuevo!

Primero está nuestra gente

Y también nos decían, ¿Es posible lo que ustedes están proponiendo?

Y nosotros contestábamos que no sólo es posible, sino que es necesario y urgente o se avanza decididamente en un proceso de transformación de este país en favor de las mayorías o vamos a sucumbir lógica del capital qué es la lógica de la reproducción ampliada de la injusticia, la desigualdad, la miseria, la muerte, la guerra. Eso es el capitalismo.

Entonces cuando dicen si es posible, pongamos ejemplos programáticos centrales que hoy fueron objeto de este debate democrático en los talleres.

Comencemos por un elemento central que hace a los lazos de dependencia más profundos este país, la deuda externa. Deuda que todos coincidimos aquí qué es ilegítima, inmoral e impagable. Pero entonces nos dicen ¿Qué harían ustedes en posesión del gobierno? Y nosotros contestamos compañeros, de las primerísimas medidas de nuestro gobierno, la primerísima, incluiríamos una rigurosa auditoría de la deuda externa para definir con precisión de cirujano cómo se compone esa deuda, cuánto pagamos, y cuánto eventualmente debemos pagar. Tenemos la sensación que el resultado de esa auditoría va a dejar con claridad incontrastable qué eso lo pagamos varias veces. Pero compañeros sí eventualmente, luego de la auditoría llegáramos a la conclusión que algún peso debemos saben que iríamos nosotros con mucha serenidad pero con mucho interés popular y nacional “miren señores acreedores, el día que los tres millones de uruguayos coman tres veces por día con postre y todo, vamos a ver si les pagamos”.

¡Porque primero está nuestra gente, los trabajadores y que esperen los gringos!

Y cuando proponemos una relación distinta del hombre con la tierra, que atienda a la cuestión medioambiental, que repare en la cuestión productiva desde el punto de vista del interés nacional, que no convierta este país en un monte de soja transgénica y eucaliptus, sino que piense en un país productor de alimentos para su gente y para el mundo. Cuando pensamos en estas cosas, cuando defendemos la vieja idea de la reforma agraria, identitaria en la izquierda, ¿Con que se nos contesta de este gobierno? Con el proceso de extranjerización de la tierra más grande la historia del Uruguay entregando el principal recurso de este país a manos extranjeras.

Aquí se ha debatido mucho sobre los temas del agro, y nuestro programa sobre esto fue claro. Nosotros queremos apoyar decididamente a pequeños y medianos productores, a los que asientan familias en el campo, sobre todo aquellos que tienen que ver con producción estratégica para la soberanía alimentaria como la producción lechera y la granja.

Pero sobre todo compañeros, y con la misma fuerza tenemos que decir, qué queremos que de una vez por todas las ocho horas del peón rural no sean un derecho virtual y que nuestros compañeros del campo dejen de sufrir definitivamente esa explotación infame qué ha llegado incluso a dar azotes medievales a los trabajadores que reclamaban por sus derechos. Y qué vamos a hacer realidad esa consigna de la izquierda de que la tierra tiene que ser definitivamente para el que la trabaja. Y entonces al lado del peón rural, del lado del trabajador, del lado del pequeño productor y enfrentados siempre a la oligarquía terrateniente responsable del sometimiento en este país.

Se nos decía también, que estas propuestas que hacemos nosotros las hacemos porque somos oposición, y que en posición de gobierno deberíamos a hacer otras cosas… Nosotros queremos decir también con mucha claridad que si el pasaje de oposición a gobierno supone dejar de hacer y decir lo que se piensa y lo que se cree, entonces vamos ser oposición hasta que seamos capaces de construir un mundo diferente.

Educación y salud

Vamos a hacer tres o cuatro referencias más a los elementos programáticos centrales que estuvieron hoy aquí en debate.

El problema de la educación.

Nosotros tenemos que asumir un compromiso de lucha muy firme para hacer realidad el 6% del PBI para la educación y el 1% para investigación y desarrollo. ¡Un compromiso de lucha en esa materia!

Y tenemos también en materia educativa que dar un fuerte debate programático en términos de contenido Para que la educación vuelva a ser una herramienta en favor de la emancipación, para educar para la libertad, para educar desde el espíritu crítico, para educar en el sentido de comprender qué lugar ocupamos en el mundo y los caminos en su transformación. Es decir, para oponernos a la lógica de la mercantilización educativa qué termina haciendo que nuestros gurises terminen siendo la mano de obra barata del mercado y los servicios. ¡Para eso no!

En materia de salud. Aquí se informó acerca de la investigadora de ASSE y lo que emerge de esa investigadora. Y yo quiero decir, que si la corrupción es una cosa aborrecible. Infinitamente más repudiable y aborrecible es cuando se hace con el dinero de la salud de los pobres. ¡Eso no se puede tolerar!

¿Y entonces que decimos nosotros en materia de salud? Lo que dijimos toda la vida. Hay que pelear decididamente por un sistema único, nacional, estatal y público que garantice igualdad de derechos, y universalice la asistencia a la salud. En definitiva que en este país vivir más o vivir menos, no dependa del tamaño de tu billetera. Ese es nuestro compromiso en materia de salud.

La lucha por vivienda es estratégica

En materia de Vivienda, compañeros, yo quiero comenzar por decir qué debemos comprometernos de acá en más, por un impulso decidido y militante al Plan Nacional de Vivienda Popular impulsado por la bancada de la Unidad Popular.

Y quiero decir a ese respecto tres o cuatro cosas.

La primera, se colocó en discusión nacional el problema de la vivienda, y para nosotros la vivienda es un problema estructurante de la vida humana y social. No es la vivienda simplemente un techo para guarecerse de las inclemencias del tiempo, es el lugar desde el tiempo de las cavernas donde uno desarrolla su intimidad, lo suyo, donde guarda el sus cosas, donde tiene el espacio propio. Entonces la vivienda es un estructurante también de la vida social. Cualquiera sabe lo que significa tener o no tener vivienda; ahora que se mandan cartas entre presidente intendentes preocupados por los miles que viven en la calle.

Entonces nosotros decimos que esta lucha por la vivienda es una lucha de carácter estratégico para terminar con la especulación inmobiliaria, para terminar con esa obscenidad que determina que un monoambiente de 34 metros cuadrados en Montevideo cueste $100000 dólares, ¿Por qué saben que pasa compañeros y compañeras? Si el metro cuadrado de la construcción los fija el Estado con un interés social y popular o si los fija Donald Trump, Pintos Risso, etc.

¡Entonces esa es la intervención que estamos precisando!

En este apoyo al plan de vivienda también nuestra solidaridad con el movimiento cooperativo de vivienda por ayuda mutua que ha demostrado construir casas de calidad.

También nuestra solidaridad con aquellos trabajadores que luchan por regular un mercado de alquileres leoninos que confisca el salario con los alquileres.

Y también nuestra solidaridad con aquellos sectores pauperizados un cuarto millón de uruguayos 250000 personas viven en asentamientos irregulares. Y a veces se les ocurre la osadía de desafiar la propiedad privada cómo hicieron ayer en Punta de Sayago y ocuparon terreno y los desalojan de noche con máquinas y botones para sacar a la familia del terreno que hace 40 años está vacío. Entonces también nuestra solidaridad con esa gente que un día como el de hoy con las inclemencias del tiempo sufren en carne propia lo que significa la ausencia de una vivienda digna y de calidad.

Finalmente compañeros en materia de vivienda quiero decir una cosa más, en un debate que tuvimos en la prensa del interior cuando explicábamos esto de que la casa se va a pagar con el 10% de los ingresos, alguien me dijo “bueno pero entonces si yo gano $16000 voy a pagar 1600”.“Efectivamente hizo bien la cuenta” le dije yo. Entonces el hombre dice “pero eso es un absurdo, porque $1600 de vivienda es poco”.

Yo digo en este país $16000 es lo que ganan por ejemplo las cajeras en un supermercado, muchas de esas mujeres y madres qué ven pasar todos los días por su mano cientos de miles de millones de pesos a lo largo del mes. Y entonces si alguien dice que $1600 en un sueldo de 16000 es poco es porque nunca vivió con $16000, evidentemente.

Entonces por eso es que nosotros planteamos con claridad qué hay que impulsar este plan de vivienda.

Coraje, voluntad y confianza

En materia de trabajo, compañeros, y vamos concluyendo.

Doce años después de la llegada al gobierno de la fuerza que prometía el cambio y que parapetada en el cambio ofreció el peor de los continuismos, doce años después la mitad de la población económicamente activa en este país, 400000 trabajadores reciben salarios por debajo de los $20000, 300000 jubilados ganan $15000 después de 35-40 años de trabajo.

Salarios de infra consumo jubilaciones que no permiten atender mínimamente las necesidades de esa etapa de la vida.

¿Qué trabajo se ha generado en este tiempo?

Trabajo basura, chatarra desregulado. Acá hay compañeros del norte del país, condiciones de trabajo propias del siglo XIX.

Jóvenes y mujeres que buscan trabajo que odian antes de conseguir porque van a ser empleados de limpieza o guardias de seguridad. Acá en la puerta, una compañera que está presente de San José explicaba hoy que por $15000 por mes cuida a un anciano, vaya noble tarea, durante 12 horas por día.

Ese es el trabajo que ha generado este gobierno y contra eso nosotros levantamos bien alto una consigna que acá fue establecida; un salariazo real, concreto y posible para reactivar el mercado interno y para darle garantía los trabajadores.

Luego vendrán los agoreros de la derrota, los que se rinden ante la realidad, los que claudican sin luchar, y nos van a decir una vez más “nada de esas cosas es posible”“eso es una utopía” y nosotros vamos a contestar una vez más que “lo verdaderamente utópico, más que utópico, quimérico es seguir pensando que el capitalismo puede resolver algún problema de este mundo” eso es lo que quimérico, eso es lo verdaderamente utópico.

Y también nos dijeran “¿explíquenos cómo van a hacer esto?”. Y queremos explicar cómo muy brevemente. Lo vamos a hacer a partir de tres premisas fundamentales que deberíamos matrizar en la cabeza y en el corazón de nuestra militancia.

La primera, coraje político para afrontar los cambios.

La segunda, voluntad política para resolver las dificultades que en el camino se presente.

Y la tercera, es la más importante confianza infinita en la clase obrera y el pueblo para llevar adelante las transformaciones.

Fidelidad al Programa

Vamos a iniciar esta campaña electoral como decíamos con renovado entusiasmo.

Hace un rato cuando ustedes votaron aquí esta responsabilidad que nos confieren hoy, y que yo lo quiero decir una vez más, para un trabajador que no otra cosa soy yo, no hay honor más alto que recibir la confianza de sus compañeros para emprender una trinchera de lucha. Y quiero corresponder a ese honor comprometiéndome públicamente no escamotear un solo esfuerzo en la lucha por concretar nuestros objetivos. Quiero corresponder a ese honor, diciendo qué juramentamos fidelidad a este programa al trabajo sin descanso, y actitud unitaria para llegar a los más diversos rincones de nuestro pueblo.

Nosotros no estábamos presentes cuando aquí se votó, por razones obvias ni Gonzalo ni yo estábamos en sala, yo juzgo oportuno en esta coyuntura de la Unidad Popular dejar constancia pública de qué voto decididamente al compañero Gonzalo Abella como candidato a presidente de la república Y qué será a partir de hoy el compañero que debemos defender, encolumnarnos detrás de él, y apoyarlo colectivamente para que nuestra campaña sea la campaña de las ideas, la campaña de las propuestas, la campaña que devuelva la izquierda su significado original, que vuelva a ser el lugar donde pensar la vida desde el punto de vista de los de abajo.

Por último compañeros, nosotros recordábamos hoy en la mañana conversando con compañeros, una expresión de un trabajador de origen italiano de nombre Bartolomeo Vanzetti, que con un optimismo propio de los que saben que el futuro será de ellos, dijo antes de ser condenado a muerte, no está lejos el día en que habrá techo para todas las cabezas, alegría para todos los corazones, y pan para todas las bocas.

Y esa conclusión sólo será obra del movimiento popular y los pueblos organizados detrás de un programa claro y luchando por él.

Vamos a llegar al último domingo de octubre del año que viene seguramente nosotros y muchos más para ofrecer acá la palabra de los senadores y diputados de la Unidad Popular. No tengo duda de eso. Pero ese día que nos estaremos abrazando de alegría, fundiéndonos en un abrazo tenemos también que ser conscientes que habremos dado un paso de gigante, pero apenas un paso. Porque nuestro camino nunca va a ser, el de ser un diputado con una organización, sino al revés, una organización con un diputado con dos con tres con cuatro con cinco para promover la lucha que transforma la vida.

Entonces tendremos senadores y diputados qué serán la voz del pueblo, pero tenemos que tener pueblo organizado, organización en cada barrio, en cada lugar.

Es de estilo decíamos hace un tiempo, que en las campañas políticas se realice algún anuncio por parte de los candidatos y nosotros vamos a realizar acá nuevamente un anuncio, y lo hacemos con el deliberado propósito que algún medio de prensa lo registre. Queremos decir con toda claridad que está fórmula está presta, ávida y dispuesta a debatir públicamente con cualquier otra fórmula que se presente a las elecciones.

Porque queremos debatir ideas y proyectos de país. Porque queremos debatir programa. Ojalá se nos diera esa oportunidad de debatir ideas y programas de colocar razones en el debate político.

Y ahora sí compañeros, finalmente con la amplitud necesaria que una campaña electoral tiene, llamando a los más amplios sectores del pueblo a encolumnarse detrás de este programa, celebrando la diversidad extraordinaria de la Unidad Popular que encuentra como unión en su programa.

Yo sé que ustedes me van a permitir que desde lo más hondo de mis convicciones y el lugar que ocupó en el mundo terminé diciendo simplemente:

¡Viva la clase obrera!

¡Viva la Unidad Popular!

¡Arriba los que luchan!

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