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El Programa de la UP y la Educación (II)


Como ya vimos, el Programa de la UP toma partido por la Educación Pública e identifica las fuentes de recursos para proveerla de un presupuesto adecuado a sus altos objetivos. Como en todos los demás puntos del Programa de la UP, se establece un diagnóstico (en este caso: de la realidad educativa) se fijan los objetivos y las metas de la transformación propuesta, y se establece de dónde provendrán los recursos económicos y financieros para el logro de esta metas.

Pero no es todo. Más adelante se establecen las medidas necesarias para la democratización y la co-gestión popular a escala global y en cada sub sistema. En el punto 16.6, por ejemplo, se aclara:

“….La libertad de actividades gremiales no podrá ser restringida por jerarquía alguna en el sistema educativo. Cada centro de estudio tendrá un espacio dedicado a la atención de las necesidades estudiantiles: carteleras en espacios de alto tránsito, lugares de reunión dentro del centro y salón gremial”.

El punto 16.7 plantea la hegemonía estatal para la “…- Consolidación de un sistema único estatal de Educación Pública de las Universidades y Formación Docente (…) estableciendo la formación universitaria de los Maestros, Docentes, Maestros Técnicos y Educadores Sociales en todo el territorio nacional”.

Esta orientación se complementa en el punto siguiente (16.8), donde se establece

-“Defensa de la autonomía, el cogobierno y la gratuidad universitarias, consagradas en la actual Ley Orgánica. Propiciar un debate universitario sobre un nuevo cogobierno, que incluya de a docentes, funcionarios, delegados de sindicatos de ramas vinculadas a la facultad y estudiantes".

Detengámonos en esos puntos. La educación es percibida en el Programa de la UP de igual forma que se percibe el desarrollo de la sociedad en su conjunto: apuntando a los intereses supremos del pueblo trabajador y mediante la activa participación, control y protagonismo de todos los sectores involucrados. La sociedad debe transformarse con protagonismo popular, y la educación también debe desarrollarse con protagonismo popular. En ambos procesos, los técnicos y profesionales que se pongan al servicio de la propuesta, que son imprescindibles, serán asesores y en todo caso co - protagonistas de estos procesos.

Desde nuestra óptica, las imperiosas necesidades y anhelos de la sociedad y los frutos del Sistema Educativo, deben confluir y unirse. Así lo establece el punto siguiente:

“16.9-Fomentar la Extensión Universitaria como forma de vincular masivamente por áreas temáticas a los estudiantes a las necesidades populares; y como herramienta para transformar las disciplinas poniéndolas al servicio del pueblo. Se procurará poner todos los medios al alcance de las Universidades Públicas para contar con recursos suficientes para nuevos edificios en todo el país, en especial para el apoyo de los diferentes Programas de Extensión Universitaria, garantizando alojamientos, traslados, materiales y útiles de trabajo".

Desde luego, la Educación Superior implica también investigación como uno de sus componentes imprescindibles. Todo proyecto de investigación, se diga o se oculte, apunta a un Programa, a una visión de futuro, que puede ser un futuro de sometimiento o de soberanía. Por eso en el punto 16.11 se reclama.

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“…una política de impacto inmediato a la promoción de investigadores universitarios con alta dedicación y que cubran la necesidad de creación de tecnología nacional tendiente a la soberanía, y de la misma forma, que defienda el medio ambiente ante el saqueo de los monopolios imperialistas. Se eliminará la injerencia de las ´Agencias de Innovación' y las 'Fundaciones´atadas a los mandatos del imperialismo que procuran la investigación y la enseñanza al servicio del mercado. Para ello, tanto los laboratorios universitarios y los proyectos de investigación tendrán amplia difusión nacional".

Miremos por un momento la coherencia del Programa en su conjunto. Sin romper las cadenas financieras no hay soberanía de Estado. Sin soberanía monetaria no hay soberanía alimentaria; y la soberanía alimentaria requiere la protección ambiental y la industrialización nacional con recursos propios, la cual impulsa el poder adquisitivo estable de la población. Pero si a todo esto no lo acompaña una Educación participativa y con espíritu crítico, si la Educación no forja valores solidarios o no impulsa una investigación audaz al servicio del Programa del pueblo, todo puede estancarse, que es una forma de empezar a declinar. Por eso, en el Programa de la UP, el tema educativo es tan importante y no se detiene aquí. Sigue.

(*) Maestro e historiador, candidato a la Presidencia de la República por Unidad Popular.

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